Que fea desazón
siente mi alma,
con desesperación
mis sentidos se retuercen,
caminan las ideas
por mi mente,
la explosión inevitable,
se aproxima.
Es la angustia Señor
que me acongoja
al sentir que se me escapa
ya la vida,
dame tiempo Señor
que aún no acabo
con aquello
que me fuera encomendado.
Se me ha pasado el tiempo,
no digo en vano,
pero siento que
el camino no he marcado.
Déjame Señor
dejar raíces.
Déjame hacer
lo que aún no he comenzado.
Déjame acabar
con lo empezado,
que no quiero
cargar en mis espaldas
con la angustia
de saber que he caminado
y mis huellas
el camino
no han marcado.
18 sept 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario